Cuando todo pasa por las mismas personas
- Hector Gmt
- 15 ago
- 2 Min. de lectura
Imagina una autopista de seis carriles donde el tráfico fluye con normalidad. De pronto, todos los autos son desviados a un único carril. El embotellamiento es inmediato, el avance se ralentiza y la tensión aumenta. Eso mismo sucede en muchas pymes: la circulación de tareas, decisiones e información se concentra en unas pocas personas, normalmente el dueño y uno o dos gerentes.
Hace poco trabajé con una empresa donde absolutamente todo pasaba por el mismo embudo: compras, cambios en producción, reclamos de clientes, negociaciones estratégicas… nada se movía sin la revisión o aprobación del dueño o del gerente de operaciones. Aunque su intención era “asegurar el control”, el efecto era contrario:
Decisiones retrasadas.
Proyectos en pausa.
Un equipo desmotivado, a la espera de que alguien diera luz verde.
Este tipo de centralización crea un cuello de botella invisible que frena el crecimiento. El problema es que no siempre es evidente; a veces, el propio líder no lo percibe porque está acostumbrado a “estar en todo” y piensa que así asegura la calidad. Sin embargo, en la práctica, se convierte en el tapón que impide que la empresa fluya con agilidad.
Liberarse de este patrón no significa “perder control”, sino redistribuirlo inteligentemente.
Delegar no es soltar a ciegas, es equipar a las personas con criterios claros, herramientas y autoridad para decidir en su ámbito. Es como pasar de ser el único piloto a formar una tripulación capaz de volar en formación.
El primer paso es identificar todas las decisiones que actualmente dependen de ti. Después, clasifícalas: ¿cuáles realmente requieren tu intervención estratégica y cuáles podrían manejarse en otro nivel? A partir de ahí, desarrolla protocolos y un sistema de seguimiento que te permita estar informado sin ser el cuello de botella.
En el Programa de Excelencia Organizacional, trabajamos con líderes para rediseñar su estructura de toma de decisiones, liberando su agenda de lo operativo y devolviéndoles tiempo para enfocarse en lo que realmente mueve la aguja: estrategia, innovación y crecimiento.
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